Las nuevas gestiones de los gobiernos locales cumplirán sus primeros catorce meses de labor al frente de sus municipalidades, y al momento el panorama no es nada halagador, debido al ambiente electoral para elegir a los congresistas que complementaran el pleno disuelto, la evaluación de los alcaldes ha pasado desapercibida, sin embargo en cumplimiento de la normativa vigente, se vienen convocando a las audiencias públicas de rendición de cuentas y se viene iniciando los presupuestos participativos del presente año, lo cual pone en el candelero la gobernabilidad local. En la Región Cusco la gestión edil es mediocre, carecemos de alcaldes con capacidad de liderazgo y eficiencia en la gestión pública local, en cuanto a provincias, el alcalde de Cusco fue suspendido por arrastrar asuntos judiciales de su colegio profesional; el alcalde de Espinar destacó por sus arrebatos de autoritarismo; el alcalde Canchis por su improvisación y destapes de audios de la corrupción, el alcalde La Convención pese a su experiencia no logró una gestión eficaz, los otros pasaron desapercibidos; en cuanto a la mayor ejecución presupuestal destacan Acomayo con el 93.9% y Anta con el 92.9%; mientras que las provincias que mejor ejecución lograron son Espinar con el 62.2% y Urubamba con el 64.7%, y el promedio de gasto es de alrededor del 70%. A nivel de los 112 distritos, los alcaldes han carecido de liderazgo, en La Convención, el joven alcalde de Echarati decepcionó y esta con prisión preventiva por temas de corrupción, algo similar podría ocurrir en Megantoni, las municipales con mayor presupuesto; en cuanto ejecución presupuestal han destacado Lucre (Quipicanchis) con el 96.9%; Yanatile (Calca) con el 95% y Pisac (Calca) con el 94.8%, al otro extremo los menos eficientes en gasto son Lamay (Calca) con el 44.7%, Pichigua (Espinar) con el 52.2% y Yaurisque (Paruro) con el 53.3%. Este primer año de gestión suele ser la etapa de aprendizaje edil, e incluso heredaron las prioridades presupuestales de sus antecesores, pero en este segundo año, ellos ya definieron su marco presupuestal, y debieron evaluar a sus equipos técnicos y de ser el caso realizar los reajustes y cambios para disponer de buenos gerentes y personal de confianza que les permitan logros en sus gestiones, incluido el tercer año, porque el cuarto ya es de transición y elecciones de sus sucesores de manera que su labor es limitada. Los presupuestos participativos constituyen un espacio de concertación social para la gobernabilidad local, por lo general se convocan antes del mes de junio, en que se reporta los informes al MEF, sin embargo su normativa se halla desactualizada, el ultimo instructivo data del año 2010 (R.D. Nro. 007-2010-EF/76.01) es decir anterior a la programación multianual y Sistema de Invierte Perú (2016), de manera que si las municipalidades remiten al MEF su programación multianual con las prioridades de inversiones locales, hasta fines del mes de marzo de cada año, no tiene mayor sentido que los “presupuestos participativos” se desarrollen en forma posterior a dicho mes, pues sus acuerdos no tendrán ningún efecto, incluso no hay la debida coordinación entre los niveles de gobierno, los acuerdos distritales deberían articularse con el nivel provincial y a su vez con el regional, sin embargo en muchas ocasiones las provincias desarrollan sus talleres de presupuesto participativo cuando aún no han culminado los talleres distritales. Otra seria limitación es la carencia de Planes de Desarrollo Concertado debidamente actualizados y aprobados, que permitan que los territorios dispongan de una visión, objetivos estratégicos y ejes de desarrollo, con los cuales gestionar sus inversiones y priorizar sus gastos. En tal sentido, es urgente que el MEF proponga los nuevos instructivos para que los presupuestos participativos tengan un enfoque multianual y sean acordes a Invierte Perú, dicha metodología debería ser socializada con los actores sociales e incorporar compromisos vinculantes, para que los gobiernos locales sean realmente participativos y democráticos. Con la normatividad anterior los “presupuestos participativos” se han reducido a meros saludos a la bandera, talleres informativos sin capacidad de priorización de inversiones locales. Claro está que mucho hace la voluntad política de las autoridades ediles, si tienen compromiso con la gobernanza local, y ejercen su autonomía local podrán promover una real participación ciudadana y rendirán cuentas acorde a las políticas de gobierno abierto en vigencia. Los ciudadanos responsables seremos vigilantes de nuestras autoridades locales. 

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