El domingo 26 de enero volveremos a acudir a las urnas, para las Elecciones Congresales Extraordinarias, y ejercer nuestro derecho a elegir a 130 congresistas, de un total de 2,325 candidatos a nivel nacional; en cuanto a la región Cusco tenemos 21 partidos participantes con 105 postulantes, de los cuales doce fueron excluidos por no informar bienes muebles e inmuebles o en su caso no informar sentencias condenatorias de violencia familiar u omisión de obligaciones alimentarias, quedando 93 candidatos en competencia para cinco curules. Recordemos señores electores que estas elecciones son convocadas con motivo de la disolución del congreso el 30 de setiembre de 2019, mediante D.S. 165-2019-PCM al haberse negado la confianza a dos Consejos de Ministros del gobierno en el periodo 2016-2021, lo cual ha sido ratificado por el Tribunal Constitucional en sentencia ultima, en realidad la mayoría fujimorista y aliados, habían impulsado una permanente acción obstruccionista al ejecutivo, en temas sensibles como la lucha anticorrupción y la reforma política, de esta ultima de doce proyectos de ley, solo se aprobaron seis, por tanto una primera tarea del nuevo congreso, será culminar el proceso de reforma; otra tarea urgente deberá ser revisar los decretos de urgencia emitidos por el ejecutivo durante el periodo de receso. El nuevo congreso tendrá un periodo bastante estrecho, de apenas 15 meses de función, pudiendo quizás optimizar periodos legislativos, con extraordinarias y prescindir de sus periodos de receso. Los elegidos deberán también responder a la exigencia ciudadana de renovación de líderes políticos en todas las organizaciones, llegaron al hartazgo los “eternos congresistas” que de la mano con cúpulas entornilladas en sus cargos, se hacían “elegir” y eran las vacas sagradas de política, durante 20 ó 30 años consecutivos. Los congresistas tienen tres funciones: legislar, fiscalizar y representar, la función legislativa será limitada por el tiempo que ejercerán la función, pero en cuanto a su función de representación, que supone dialogo permanente con la ciudadanía y canalizar sus aspiraciones, será de suma importancia, al igual que la labor fiscalizadora en todos los niveles de gobierno, habida cuenta del incremento de la corrupción y en particular en sus distritos electorales y los gobiernos sub-nacionales (local y regional). En el Cusco, recordamos con estupefacción como durante el gobierno regional del Sr. Acurio del “nacionalismo” (2011-2014), los consejeros regionales fueron blandengues en su labor fiscalizadora, mientras los congresistas fueron ajenos a su labor, tuvieron que venir congresistas de otras latitudes como el Sr. Rondón de Arequipa e indagar los presuntos actos de corrupción, y por cierto la prensa regional fue también permisiva. Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a cometer los mismos errores, por tanto tenemos una enorme responsabilidad al ejercer nuestro voto, debemos emitir un voto informado, y para ello que mejor que acceder a la información que los organismos electorales (JNE) o entidades privadas, como la Asociación Transparencia, nos brindan, para revisar las hojas de vida y las propuestas legislativas de los postulantes. Las últimas encuestas electorales, nos revelaron que en promedio cerca del 60 % de los electores, no se inclinan por ningún candidato, o en su caso optarían por el voto nulo y blanco, lo cual si es preocupante, dichos votos oscilan en un tercio del total, en el Cusco, en las últimas elecciones congresales del 2016, de 745,227 votos emitidos, los nulos y blancos alcanzaron alrededor del 36%, es decir 270,781 votos; cifra alta que tiende a favorecer a algunos partidos, debido a que estos son excluidos, y solo se consideran los “votos válidos” (Ley Orgánica de Elecciones 26859, que estipula que “los votos blancos o nulos no representan parte del total contabilizable”), es decir los porcentajes de los partidos se incrementaran por exclusión de dichos votos. A escasos días y horas de las elecciones congresales, Ud. amigo elector tiene una grave responsabilidad de ejercer un voto informado y que el futuro congreso sea cualitativamente superior al que fue disuelto, de lo contrario, volver a un congreso altamente fragmentado, con pésima calidad, con conflicto de interés, próximo al lobbysmo y con fuerte presencia de los grupos tradicionales, quizás vuelva a poner en entredicho la gobernabilidad de nuestro país. Votar por el cambio y por la renovación de la representación política es un deber y exigencia ciudadana. Ud. Decide, nuestra democracia lo requiere. 

(*) Email: ideasayni@gmail.com