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EL ADIOS AL PRESIDENTE HUMALA, O LA GRAN FRUSTRACIÓN

Publicado: 2016-07-22


El gobierno de Ollanta Humala llegó a su fin, habían anunciado la “gran transformación”, a la luz de los hechos culminó siendo “la gran frustración”, sin embargo lo importante es que asistimos una cuarta transferencia gubernamental sin mayores aspavientos y que consolida nuestro sistema democrático, como ciudadanos es nuestro deseo que nuestros gobernantes sean exitosos en sus gestiones, pues su fracaso irremediablemente tiene consecuencias negativas para los administrados. No todo lo nuevo resulta innovador, el “nacionalismo” insurgió en la política como el “outsider”, pero finalmente se aclimato al sistema, podemos destacar el énfasis en las políticas sociales, como es el caso de “Beca 18” y Pensión 65 acompañadas de su burocracia en el llamado “Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social”, otros programas tuvieron continuidad o simplemente se cambiaron de rotulo, por ejemplo los “wawa wasis” hoy son “Cuna Más”, el Pronaa convertido en Qali Warma, salvo Juntos y el SIS, en fin el propósito era que los frutos del crecimiento se compartieran con las poblaciones vulnerables, pero había que preservar el ritmo de dicho crecimiento, que disminuyo ostensiblemente en los años anteriores y hoy se viene recuperando lentamente, para compartir, primero hay que generar riqueza, si la bonanza del extractivismo llegó a su fin, la diversificación productiva es una obligación, al respecto el próximo gobierno de PPK deberá recuperar el tiempo perdido. El Humalismo llegó al gobierno aglutinando el “anti-fujimorismo”, pero paradójicamente sus sucesivos yerros, fortalecieron el fujimorismo que ahora cogobernara desde su amplía mayoría en el parlamento, el autoproclamado garante, nuestro novel Vargas Llosa, nos debe algunas explicaciones, que hoy desde el jet set internacional de seguro olvidara. El ejercicio de “gobierno familiar” como autocalificó el propio Presidente, devino en la práctica en usurpación del poder, nadie eligió a la primera dama y carece de responsabilidades administrativas, anunciaron que “la honestidad hacía la diferencia”, pero la corrupción corroe las altas esferas, el propio Banco Mundial y Transparencia Internacional, consideran que el gobierno de Ollanta es el más corrupto en los últimos 20 años, quedan por esclarecer el lavado de activos en las agendas de Nadine, el financiamiento chavista, las sombras de Martín Belaunde Lossio, Rodolfo Orellana, o las implicancias de Lava Jato y Odebrecht, entre las de mayor impacto. El “nacionalismo” desapareció del escenario político, carecen de representación parlamentaria, pues retiraron la candidatura del singular Sr. Urresti en las elecciones generales pasadas, en este contexto resultan ridículos los gestos del Presidente Humala, al condecorar a sus ministros e inaugurar su propio busto, en la localidad de Oyolo, e impulsar una costosa campaña mediática, para dizque dar a conocer los logros de su gobierno.

No hay democracia sin partidos, por tanto urgente la reforma de los partidos políticos que hoy languidecen en sus crisis internas, no más improvisación, requerimos institucionalidad política. Cuidemos nuestra salud democrática, a pesar del adiós al Sr. Humala.

(*) Email: wilberthvilca@hotmail.com


Escrito por

Wilberth Vilca Laura

Periodista, afiliado a la FPP y Presidente de la Asociación Civil Ideas Ayni Cusco.


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Columna Periodística de análisis y opinión: Política, Sociedad, Economía y Cultura, desde el Cusco para el Mundo.